Modigliani

domingo, 2 de marzo de 2014

La mujer que atrapa sus lágrimas.


Me aferro a mi cuerpo
Como último reducto permitido.
Me aferro a él, como fortaleza implacable,
En un intento de beberme a mi misma.

Palpo mis párpados callados
Obstinada en atrapar dos lágrimas
Agarradas a un sueño,
Que se dibujan cristalinas entre ellos.
Ruedan lentas,
Como pájaro quebrado por el dolor.
Intuyo que no las podré retener.

Me aferro a mi cuerpo
Con la creencia de carecer de sitios de ternura y llantos.
Tantas horas perdidas,
Tratando de explicarnos y entendernos,
Tratando de convencernos.

Voluntad de carácter que se rompe.
Lágrimas tatuadas
Por las líneas de la vida
Que se dejan caer,
Evocando imágenes con sabor a sal,
Convertidas en ramo al viento
Que no se quiere detener.

Y entre el antes y el después
Aprendí a saber lo que nadie sabía
¡Había  dejado ser  su dueña! 

24/02/2012

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