Modigliani

viernes, 28 de marzo de 2014

¿Dígame?

Capitán y sus gafas rodaron sobre el asfalto, a tientas las cogió, intentó levantarse,
pero no pudo. Algo le incomodó en su pecho, colocó la palma regordeta sobre el
esternón y con estupor descubrió la ausencia de latidos.
- Es un misterio señor. le dijo el médico. Ud. no posee corazón.
- ¿Qué no tengo qué?
.- Corazón. Vaya a la comisaría de policía y denuncie el hecho. o a la Oficina
de Objetos perdidos.

Se fue directo a la policía quienes como es habitual nada hicieron. De ahí tomó rumbo
al ayuntamiento. Pasó por el segundo, cuarto y quinto piso. Despachos 2. 5. 8, 9 y así sucesivamente.

Necesitaba una radiografía o escáner como justificante.
-¿Y mi póliza, no cubre todos los casos? Preguntó desesperado.
-No. La letra pequeña dice que queda establecida legalmente la nula
responsabilidad por la pérdida de corazones, ya sea por descuido o por
cuestiones sentimentales.

Su cara tomó un color grisáceo semejante al de su traje.
-No se ponga así hombre, le dijo el oficinista. Todos hemos perdido algo en la
vida. Algunos pierden la esperanza, otros la compostura. Véame a mí,
yo perdí mi cerebro hace dos años y si no fuera por mi jefe que también
perdió el criterio, yo no estaría trabajando aquí. Además, ¿quién necesita un
corazón en esta ciudad?
¿Dígame quién lo necesita? ¿Quién? 
17/03/2014

Señora,

Señora,
Esta mañana pasó junto a mí y ahora sé que los destinos son únicos. La encontré delante del Mercado Nuevo, mientras el sol era zarandeado por el viento, los gritos, multicolores, de los niños ponían la banda sonora y las conversaciones inconclusas, que sobrevolaban el espacio, la letra de una canción inacabada. ¡Aún!

Allí estaba totalmente atrapada por ese inconfundible olor a ácido de los viejos libros que la anciana librería guarda en su regazo y que la hizo detenerse, siguiendo su rastro certero. Aproveché, para rozar con mi nariz su cuello y robar su perfume y así se creó un juego mudo, una nota de violín sostenida, que nos unió.

Todos los gestos son flexibles y tienen su propia voz; la voz del  susurro que abarca el universo, lo que hizo que se estremeciera y me mirara: Una sola sonrisa, un largo beso y una noche infinita, era su promesa. Y es que el único futuro que nos queda es el presente, mi enigmática señora.

Espero volvernos a encontrar en cualquier esquina de la vida para quedarnos, los dos en ella. 24/03/2014

Te estoy esperando


¿Cuento fantástico? ¿Cuento Fantástico? Te estoy esperando para escribirte. ¿Dónde
te metes?
-Estoy aquí subido en esta cima, observándote. No quiero que cuentes mi vida. -Me
respondió. Soy tan fantástico que no deseo que me imprimas y selles en un
papel. ¡Quiero!, quiero sentirme libre al igual que mi historia.
Y así, lo vi partir, con sus alas color fuego. Decidido, fuerte, seguro al país de la fantasía
más reacc
ionaria y al verlo partir tras las bruma, el cielo se tornó azul, azul cielo16/03/2014 

Dime


Espera, no me respondas aún. Reprime ese impulso, te pido sólo un minuto, por favor. Deja de lado estas cuatro paredes y mira por la ventana. ¿Ves esas cordilleras de azúcar, esas nubes de espuma y esos paseos de triste brisa? Embriaguémonos de ellos antes de estallar. Aguanta ese envite, mírame a los ojos y eso que no puedes callar más, me lo dices en su momento o mejor dicho, a su debido tiempo. Y yo te pregunto: ¿Tiene que ser en este preciso instante? ¿Cuándo se puede considerar que es el mejor? Dime, dime cuándo es el mejor momento para decirme lo que piensas.
Yo quería viajar por los océanos de color añil; por la montaña empinada del caballo salvaje, por los remansos del  río pedregoso, por los planetas que semejan canicas y lo quería hacer contigo, sí amor mío, quería. Y tú me vienes a decir, ¿qué me quieres decir, que hace que mi corazón corra presa del pánico? Su menuda conciencia  le debe estar revelando secretos mundanos, como que la vida es un movimiento hacia arriba con un clic final, y que también es el fondo de un pozo. Amor mío, tengo miedo de perderte.
Mientras tú observas el paisaje, intento descubrir tus proyectos antes de que esos labios confiesen. ¿Será, tal vez, que te espere? ¿Que te vas a marchar para luego volver? No quería ingresar en un orden cerrado, hermético y dolorido, por eso mi deseo de escapar contigo. Ya lo sé, no existe la magia y que las cosas no varían de un día para otro, pero sí que viran brutalmente sin que nos de tiempo a reaccionar.
 Mira, mira por esa ventana, encontrarás el amanecer y esa fría soledad en la que cabe la alegría, los recuerdos, la cascada de seda, el balcón lleno de alba, los primeros sonidos de la ciudad y un cielo bajo, blanco, envolvente oliendo a amapola, cabe todo.
Dejas atrás la ventana, giras y me buscas. Me localizas y en un instante nos miramos, nos entendemos, nos comprendemos y entonces nos codiciamos, fallecemos, desfallecemos, nos repelemos, revivimos, resucitamos y al final, nos entregamos.

Amor mío, ahora sé que te quedas.

 17/02/2014

Ten cuidado, el mal te acecha


 No fue la música, ni una voz conocida, sino la noche fría y ventosa la que le trajo unas palabras: “Ten cuidado, el mal te acecha”. Encogido por el miedo, se dejó inundar por la incertidumbre; notaba como crecía en su interior una oscuridad que lo asfixiaba.
- ¡No! No la escuches. Le ordenaba otra voz más potente, más segura. No dejes caer ese cuchillo.
- El mal te acecha, repetía esa otra voz anunciadora.
- Atrévete, es sólo un momento, luego llega la felicidad.
- El mal te acecha… ¡Apártate!
¿A quién entregarse? ¿A la indiferencia o a la opresión del aviso fatídico? La respiración se agotaba, sentía, es decir, no sentía como el aire era expulsado por sus pulmones. Entre tanta orden, escuchaba el eco disperso de su cerebro, un goteo insensato de sonidos que no llegaba a entender: sal corriendo, grita, deja lo que tienes en la mano, pide ayuda, avisa.
- ¡Atrévete!
- El mal te acecha…
- No, no, no.
 El cuchillo en su mano, su corazón como diana, un vacío negro asesino, ni tan siquiera la luz de una vela que alumbrara la negrura… Una ventana donde un rayo de luz dibujaba una tímida línea, entonces recordó que su imaginación podía inventar también el día, la luz, la música y se acercó al cajón del mueble, dos pequeñas pilas alcalinas aparecieron que con manos temblorosas colocó en el antiguo transistor heredado;  al instante hizo salir de su escondite “la felicidad”, notas musicales que bailaban en círculos lo abrazaron. Sonrió.  Ellas le protegerían de ese mal que le acechaba y tranquilamente comenzó a escribir en su partitura. 5/02/2014

La geografía de su piel


El espejo deja ver por entero su figura. Se detiene. Se contempla de arriba abajo, y ve a una mujer de líneas onduladas como el mar. 

Eres guapa, Le dice él. Ella calla.  
No lo soy, simplemente estoy viva, le responde con una sonrisa silenciosa.

Vuelve a fijarse en esa otra hembra que se muestra frente a ella, y comienza a acariciar con las yemas de los dedos, ese frágil continente que es su piel. Sinuoso y delgado trazo que se recorta en la luna del cristal. Bajo él, se ha ido archivando la memoria de siglos vividos: dolor, placer, ausencias, reconocimiento, soledad, lascivia, libertad… Estratos tatuados con historias de vidas pasadas, que a falta de vivencias propias, se dejaban vivir, y que se hacen presentes cuando la caricia se acerca a ella.

Piel de todos los tiempos, jeroglífico mudo, instalada en su geografía de mujer, que muestra cuando se lo piden. Tiene ademanes de princesa antigua, tímida y lujuriosa. No desea esperar, ahora juega a sentir. Regresó el deseo de ser y con él, el de estar. Olvidado el pasado, el miedo y la intransigencia, ahora sabe que la piel confirma su estancia en la tierra. Quiero, puedo, soy… Viento, tierra, agua, árbol, río, piedra.

Tan solo espera que unos delicados dedos traspasen los límites de su cordura, y la eleven a un mundo de placer desconocido en el que el único rezo sea rogar por no morir, dejando ese último beso tatuado en la geografía de su piel. 26/12/2013

Recuerda

Le observo, sorprendida, va de aquí para allá, siempre atractivo, siempre descalzo. La quinta vez  que pasa delante de la mesa, art decó,  ¿será posible? ¿Será capaz? No. Sabe que estoy pendiente de él, lo hace adrede. ¿Puede ser que no la  vea? Pasa de nuevo, delante de ella, tan blanca, tan el elegante, tan solo un detalle destaca, una nota adhesiva de color amarillo. Una vez más, se acerca, nada. Cansada, me levanto y es nota que lleva impresas unas palabras se la pego en la frente. –Mírate en el espejo, le digo tranquilamente. 


                               Recuerda Pepe, recuerda
                              
                               Hoy es el cumpleaños de tu mujer, 
           
                          (YO)

 
 







¡Qué pereza de hombre! 30/09/2013


¿Me pones crema… por favor?


Y se lo pidió poniéndole esa cara que solo ella sabía poner, no sabría decir, si era pura inocencia o una máscara tras la que ocultaba su sensualidad. ¿Cómo negarse?  Esbozó una sonrisa, intuía la batalla de poderes que comenzaba a desarrollarse. Se arrodilló y soltó el cierre de su bikini deslizando a través de sus largas piernas el tanga. ―Cierra los ojos―, le susurró al oído,  era más una orden que una sugerencia. Cayó la primera gota de crema, la segunda…a partir de ahí, su cuerpo se fue tensando levemente aguardando el próximo escalofrío. Tan solo era una pequeña demostración de su poder sobre ella. 23/09/2013

No se debe perder la costumbre


De mirar al sol con la cara recién lavada,
De deshojar cafés al atardecer o de encender la luz de tu piel.

No se debe perder la costumbre
De atrapar primaveras, abrir los cerrojos que se interponen o asaltar corazones.

De olerte.
De recoger el rocío de la mañana con mis manos,
Pintar la luna con tu sonrisa o practicar tiro al blanco en la misma línea del horizonte.

Así pues, no se debe perder la costumbre de saltar, lanzar, amar, besar, reír, llorar, cantar, abrazar, acurrucar, sentir. Emocionar, perseguir, soñar, ilusionar, desconcertar.

No, no debo perder la costumbre “de poder cobijarme en tu sombra”. 28/10/2013

¿Quieres un hielo o dos?


La noche había caído y la luna atravesaba impaciente y curiosa los huecos abiertos de las ventanas. ¿Descansar? No. Se acercó a él, lentamente, como hacen los gatos y en su mirada había una nota de picardía, diversión, erotismo. Se sabía seductora, atractiva. Con un dedo le cerró los labios.
―Shhhhhhhhh…A la vez que de un empujón le tiraba sobre la cama, quitándole la toalla.―Esto no nos va a servir para nada―. Le dijo, en un tono burlón. ― ¿Te gusta lo que estás viendo? Él asintió con la cabeza. En sus manos tenía cinco pañuelos y una cubitera con hielo.
Y así comenzó aquella locura. Sus manos hábil y lentamente comenzaron a deslizarse por ese cuerpo que estaba preparado para ser torturado. Un juego donde ella tenía una clara sensación de dominio como él de un sometimiento exquisito. Suplicó, rogó, imploró ser liberado, “¡shhhhh!”…    Aún no era el momento, el hielo tenía que terminar de deshacerse. 21/10/2013


La Cruz del Diablo


Allí estaba, a la entrada de la cueva. También un turista accidental, agazapado en su imagen típica, se acerca a ella. El sol de forma descarada se atreve a rozarla, ella inmutable se deja seducir. Sabe que la leyenda la impregna de un tinte de misterio que ha camuflado la terrorífica verdad. Apenas quedan unos segundos para que den las doce, el reloj se detiene momentáneamente. Instante repleto de silencio. Las manecillas comienzan a girar inapelables, esta vez en sentido contrario. Sonrisa fría. Golpe sordo. Plof, plof, unas gotas de sangre golpean el suelo.

“Que lo creas o no, me importa bien poco.
Mi abuelo se lo narró a mi padre;
mi padre me lo ha referido a mí,
y yo te lo cuento ahora,
siquiera no sea más que por pasar el rato.”
Gustavo Adolfo Bécquer. La Leyenda de la Cruz del Diablo
04/11/2013

Instancia


Yo, una estrella, mayor de edad, tres millones de años aproximadamente, con DNI ∂β..0101£¥, nacida en un universo vecino.
SOLICITO

Se me habilite una dependencia en el corazón; dependencia situada en la quinta planta de un edificio denominado “cuerpo”. Le hago constar el mobiliario necesario para su habitabilidad:

Un arcoíris para arropar a los sueños.
Luz para iluminar la intuición.
Una sonrisa para besar los labios.
Un ventilador para que bailen las emociones
Un archivo para clasificar las nubes
Y por último una llave para cerrar la caja de los enojos.

Sin más y en espera de su colaboración, se despide una estrella, fugaz, que le gustó asentarse en la Tierra y espera vivir cómodamente en dicho espacio junto con la luciérnaga que habita en la noche de los bosques. 16/12/2013

miércoles, 26 de marzo de 2014

Te estoy esperando

¿Cuento fantástico? ¿Cuento Fantástico? Te estoy esperando para escribirte. ¿Dónde
te metes?
-Estoy aquí subido en esta cima, observándote. No quiero que cuentes mi vida. -Me
respondió. Soy tan fantástico que no deseo que me imprimas y selles en un
papel. ¡Quiero!, quiero sentirme libre al igual que mi historia.
Y así, lo vi partir, con sus alas color fuego. Decidido, fuerte, seguro al país de la fantasía
más reacc
ionaria y al verlo partir tras las bruma, el cielo se tornó azul, azul cielo16/03/2014 

Busco


Busco y no me encuentro.
¿Dónde me puedo reconocer?
¿Quién me dice quién soy?
Miro entre las cuatro esquinas de la habitación,
Aguas marinas la recorren,
Velas doradas las acompañan.
¿Dónde estás? ¿Quién eres?
Susurran.
¿La luz del sol, el brillo plateado de la luna?
¿El silbido del viento?
Cantan
Busco y no me encuentro
¿Dónde me puedo reconocer?
¿Quién me dice quién soy?

14 de enero 2012
Memorias de Mujer, entretejidas

Pasos Cruzados


Pasos cruzados,
Caminos en zigzag
Que sucumben a la ilusión,
Oro brillante, caricia bordada,
Abren un hueco a lo desconocido.

Pasos cruzados,
Que invitan a la meditación,
A la pregunta, a la duda.
¿Dónde estaba el nudo del engaño?
¿Dónde estaba la lucidez?
¿Dónde se encuentra la palabra?

Pasos cruzados,
Que buscan y no encuentran.
Caminos en zigzag,
Intentando redescubrir la ilusión.
¿Dónde estáis oro brillante, caricia bordada?
¿Dónde está esa puerta hacia el futuro?


6 de enero 2012
Memorias de Mujer, entretejidas

El Mundo


El mundo,
Gira, gira y gira
En la estela dejada por el universo,
Manto azabache zaino sembrado de diamantes
Templo infinito del vacío, sin biografía, sin identidad,
Ni tan siquiera de malos pensamientos.

Giran, giran en él
Los versos baldíos, las almas que los proclaman,
Los sueños rotos recogidos en dulces manos.
Una vuelta, luego otra y otra más
Siguiendo siempre la ruta de lo etéreo.

Gira, gira y gira
El misterio de Un nombre,
La conversación de una sonrisa,
La caricia del silencio.

Gira, gira y giran
Los días y las noches andados,
El azul del océano pintado,
Los besos perdidos, las palabras moribundas
Todos giran y giran porque anhelan habitar en él.
                                                                                 21 de enero 2012
Memorias de mujer, entretejidas

Con tu nombre


A tu nombre
Me enganché.
A tu nombre me abracé.
A tu sombra
Me adherí,
Y herida me levanté.

Con tu nombre me emborraché
De tu nombre bebí
Y me perdí en el bosque doloroso del engaño.

Con tu nombre
Atrapé  el poder del “yo”.
Poderosas alas se abrieron
En el cielo infinito.
Subí, subí como el surtidor de una fuente,
Anacronismos se entrelazaron,
Pasión, dolor,
Acertijos en el trino de un gorrión
En tu nombre guardados.

17 de enero 2012
Memorias de Mujer, entretejidas

Pasos Ligeros


Pasos ligeros
Que van al olvido.
Pasos ligeros
Que desean retornar,
Pasos ligeros
Que desean volar,
Pasos ligeros
Exultantes por descubrir.
Pasos ligeros,
Enfrentándose al miedo, a la mañana y al milagro.

Pasos ligeros que buscan detrás de ti,
Pasos ligeros
Que ansían tus besos,
Pasos ligeros
Que anhelan tu abrazo.
Pasos ligeros
Que ansían hacerse remanso
Más reposados, más acariciantes, más pausados.

Pasos ligeros
Que se quieren parar ante ti,
Haciendo realidad un sueño.

22 de enero 2012
Memorias de Mujer, entretejidas

Sabes bien


Entraste en mi fantasía sin pedir permiso,
Como los ciclones suelen hacer.
Ocupaste  por derecho propio el trono,
En el que la pasión se hizo ritual
Hasta convertir mi cuerpo en un templo.

Dónde Amor,
Dónde estabas en el fragor de la batalla,
Mientras me debatía entre la duda de fluir o reflexionar,
De situarme en el palco de los espectadores
O  estar en cada íntimo instante del milagro.

Tú dios terrenal,  imponente,
No permitías que me marchara, repetías y repetías:
*“Quiéreme, permíteme el exceso…”
“Quiéreme, aunque sea de verdad…,

¡Oh! Dios, que segura de mí estaba,
Que remanso sin sorpresas en la Nada.
Desconocida en el mundo de la pasión,
Asidua visitante en él de las mariposas,
No imaginaba que aspiraba a la totalidad de los espacios absolutos.

Ellas, juguetonas, curiosas,
Localizaron tu intención, antes que yo,
Y la vistieron
De anhelo de anarquía,
De cábala,
De desorden.
Y yo sin tener conciencia,

 Andaba entre soledades y conversaciones inconclusas,
Desconocía que era la llama misma,
La aventura,
La percepción del amor en la piel.

1 de febrero 2012
Memorias de Mujer, entretejidas

Amor Desconocido



Amor Desconocido,
Amor errante,
Más atrás te busco
Más allá también.
Lejos en el horizonte te percibo.
No sé lo que siento por ti,
Pero te siento.
Palpita el deseo,
Tú que no eres mi amor,
Si me llamaras,
Te buscaría más allá de los sueños.

6 de febrero 2012
Memorias de Mujer, entretejidas

¡Adiós!


Qué difícil es el Adiós que sabe a despedida,
Gigante que desnuda almas,
Desamparándolas en las noches frías.
Me dijiste adiós y acaso me querías
Me dijiste adiós y quizás no me olvidas.
Pero ahí está, dolor sordo que anuncia ausencia.
Sentencia desgarrada que abre surcos,
Vacio que entrecorta, palpita, clama, desconsuela.

Atrás quedan, la intimidad, la costumbre,
Las danzas enamoradas.
Atrás queda tu sombra con la mía.
Lánguido el cuerpo, el alma herida.

¡Adiós!
Dice Goliat.  ¿Por qué? Pregunta David
Los dos tejen en silencio,
Una triste sonrisa, una blasfemia y una derrota.

El aroma púrpura de tus labios,
Y el abrigo de tus abrazos,
Dejarán de ser sueño,
Para convertirse en olvido.
Dejarán de ser realidad imaginada
Para convertirse en pasión dormida en el recuerdo.

Olor del tiempo, brizna leve
Que irá a encallar a una playa lejana,
Convirtiendo el eco del mar en una despedida.

6 de febrero 2012
Memorias de Mujer, entretejidas