Modigliani

miércoles, 21 de mayo de 2014

Adiós al atrás

Adiós al Atrás,
Me dejaste tu poso
Y ahora debo dejarte partir.

Salto a la baldosa,
Que es abismo,
Donde pienso echar raíces,
Será el ahora.

Adiós, de ti también me despido Horizonte lejano.
¿Qué programa me querías señalar para el futuro?
No lo quiero saber.

Sí deseo, quiero abrazarme a esta baldosa de lunares
Que me insinúa los secretos del mundo.
¡Ahora!

Poemario 2014
Juani Lombardo González
6 de enero de 2014

Mariposas

Mariposas que danzan
En el escalón de tu orilla.
Espuma revoltosa, blanca y agujereada
Filtra la alegría.

Mariposas curiosas,
Tristes y abandonadas
Que se acercan a bailar
En el escalón de tu orilla.
Quieren bailar con la espuma

E impregnarse de su quietud.

Poemario 2014
Juani Lombardo González
06 de enero de 2014
Escribo para amarte de la forma más sencilla y decirte con signos lo que mi pensamiento no es capaz de trazar con los sonidos.
Escribo para hacerme real para ti. Así me dibujo, me impregno en óleo
Instalándome en una galería para observarte cuando pasas.
Escribo para respirar la libertad de tus labios.
Escribo para hacerte real y te leas en mi piel.

Escribo, escribo, escribo palabras, verbos, adjetivos y entre líneas tu silueta se define.

Poemario 2014
Juani Lombardo González
09 de enero de 2013

Te quise

Te quise como la luna a las estrellas
Pero una sombra arrastró tu manto.
Anduve caminos inciertos,
Con la esperanza de que me encontraras.
Esquivé las zarzas que me mentían
Y todo quedó pintado en el manto que la luna extendió.
Cansada me fui a dormir.


Poemario 2014
Juani Lombardo González

Cuántas veces

Cuántas veces me despido al día, de todo
Y el “todo se mantiene como el orgulloso pino.
Pero un día ese adiós,
Ligero, sensato, razonable
Como un beso querido
Debía de llegar.
Adiós, adiós, adiós
La vida me espera en forma de ola
Y a mi gusta dejarme llevar
Por el oleaje.

Poemario 2014.
Juani Lombardo González

22/02/2014

Retazos de una historia

Un golpe seco y el revoloteo de alas crujientes nos obligó a girar la cabeza y salir corriendo escaleras arriba. Al abrir la puerta, nos encontramos unos papeles en la buhardilla. Habían despertado de su letargo y jugaban a volar. Se columpiaban ayudados por los rayos que se filtraban por las pequeñas ventanas que había en el techo de la habitación. Papeles, guardadores de historias, pintados de existencias inventadas. Se acercaban, se rozaban, se miraban curiosos unos a otros. Allí se encerraba un universo donde la realidad se perdía para cobrar vida. Eran retazos de una misma historia y no se conocían.

Juani Lombardo González
19 de mayo de 2014

Jaén, a 07 de abril de Zzzz

Muy buenos días, mi querídisimo Niño… Vaaaleee, no protestes, tengo que reconocer que el saludo, va cargado con algo de ironía. Sé que te molesta, pero es que da la casualidad de que te quiero y ahora me puedo aprovechar, ventajas de ser la que escribe, porque tu te cotizas alto, chaval. 

Empecemos con la batería de preguntas ya establecida, normalizada y reglada. ¿Cómo te encuentras? ¿Comes adecuadamente? ¿Duermes las ocho horas establecidas? ¿Estudias? ¿Gastas poco? ¿Te portas bien?  Etc., Etc. Por cierto, ¿La puerta de Brandeburgo sigue en su sitio o la habéis cambiado de lugar? Vaya sorpresita que me di, entré en la página de Erasmus y allí  te encontré; vaya fiesta que teníais montada y esa chica rubia que estaba a tu lado, quién es. Cuenta. Cuenta. Eso sí, estabas de guapo, en fin. 

Por aquí, va todo viento en popa. La familia de tu madre (yo), sigue su curso con sus historias rocambolescas como para escribir un libro. La de tu padre, ya sabes, una merienda de negros con número de registro. Los abuelos, ahí van con sus achaques, echándote mucho de menos. La abuela Anastasia, todas las noches enciende su velita de buenos augurios para su pequeño caballero medieval. El abuelo, Armando comenta como no quiere la cosa, que lo que necesitas es sentar esa cabeza de grillos. Traducido, eso significa que también te quiere. Tu padre, se encuentra mejor de la gripe y te manda un abrazo de hombre y haber que notas traes, pero sobre todo que te cuides y que tengas cuidado, en el fondo, es un blando. Por los demás, todo sigue igual. Tus hermanos con sus historias y sus amores. Perdón, eso no debo saberlo yo. Por ahora, está guardado en el más estricto de los secretos, así que no me seas chivato que negaré todo indicio de cotilleo. Por la parte animal que nos toca, más de dos patitas, tenemos a  Juanpedro, que sigue comiendo mosquitos. Kira, tan arisca como siempre y Bartolomeu, con su pelota y sus piedras, cada vez que te menciono, levanta las orejas…, te espera.

Ya me están llamando, no pueden dejar que una madre escriba una carta larguísima a su hijo. Besosss y que sepas que te echamos de menos, sobre todo por la tranquilidad que hay en la casa.

Tu madre.

Juani Lombardo González
7 de abril de 2014

Página 25, 20 de agosto de 1995

Fin. Tenía que llegar. Miro de reojo y me encuentro la casa desordenada, las delicadas telas de araña protegiendo las esquinas de ésta, que sepas que lo hacen para retener el silencio que se ha instalado, las sartenes negras como el tizón y los platos a la espera de localizar el lavavajillas. Hago memoria y ha tenido que ser en un simplón mes de noviembre,  un mes de frío humo de chimenea, tiempo roto y vagabundo de pijama cuando me dijiste: Adiós  y tuvo que ser un adiós alegre y cordial porque tenías prisa. Me vienen pensamientos inapropiados inventados por mi imaginación, pero tengo que recoger con cucharilla los restos que quedan del naufragio.  Ahora que lo pienso, nunca hemos hecho nada los meses de noviembre, salvo comer sopa.
No me había fijado en el punto final. La primera palabra nunca comienza con él, no hay una señal que pueda adelantar su dibujo y yo, incauta, me había inventado un mundo nuevo que cuando me sonreíste y cerraste la puerta desapareció y me quedó lo que tenía y precisamente no era gran cosa. Así que me he dado cuenta que estoy hasta las narices de volar, ahora quiero pisar tierra, sentir lo que sienten las hormigas o los escarabajos, me da igual; chocarme con algo, criticar a los que corren, a los que andan despacio, a los que no tienen término medio, a los que miran hacia arriba o hacia abajo o los que se sientan en cualquier sitio de las avenidas con un mapa gigante. Mira que eres imbécil, haces que tenga  que volver a buscar palabras, sueños, ganas, deseos y piedras, para que croen como las ranas y tú con esa sonrisa plastificada.
Hace calor, así que me voy a poner una camiseta de tirantes del color del sol para que me ajuste cada uno de mis pensamientos, porque tengo un plan envidiable para la vida y una estrategia, que puede que no me funcione, porque de tan sutil que es, se me olvida, la mayoría de las veces.

Juani Lombardo González

 31 de marzo de 2014