De
mirar al sol con la cara recién lavada,
De
deshojar cafés al atardecer o de encender la luz de tu piel.
No
se debe perder la costumbre
De
atrapar primaveras, abrir los cerrojos que se interponen o asaltar corazones.
De
olerte.
De
recoger el rocío de la mañana con mis manos,
Pintar
la luna con tu sonrisa o practicar tiro al blanco en la misma línea del
horizonte.
Así
pues, no se debe perder la costumbre de saltar, lanzar, amar, besar, reír,
llorar, cantar, abrazar, acurrucar, sentir. Emocionar, perseguir, soñar,
ilusionar, desconcertar.
No, no debo perder
la costumbre “de poder cobijarme en tu sombra”. 28/10/2013
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