Modigliani

viernes, 28 de marzo de 2014

La geografía de su piel


El espejo deja ver por entero su figura. Se detiene. Se contempla de arriba abajo, y ve a una mujer de líneas onduladas como el mar. 

Eres guapa, Le dice él. Ella calla.  
No lo soy, simplemente estoy viva, le responde con una sonrisa silenciosa.

Vuelve a fijarse en esa otra hembra que se muestra frente a ella, y comienza a acariciar con las yemas de los dedos, ese frágil continente que es su piel. Sinuoso y delgado trazo que se recorta en la luna del cristal. Bajo él, se ha ido archivando la memoria de siglos vividos: dolor, placer, ausencias, reconocimiento, soledad, lascivia, libertad… Estratos tatuados con historias de vidas pasadas, que a falta de vivencias propias, se dejaban vivir, y que se hacen presentes cuando la caricia se acerca a ella.

Piel de todos los tiempos, jeroglífico mudo, instalada en su geografía de mujer, que muestra cuando se lo piden. Tiene ademanes de princesa antigua, tímida y lujuriosa. No desea esperar, ahora juega a sentir. Regresó el deseo de ser y con él, el de estar. Olvidado el pasado, el miedo y la intransigencia, ahora sabe que la piel confirma su estancia en la tierra. Quiero, puedo, soy… Viento, tierra, agua, árbol, río, piedra.

Tan solo espera que unos delicados dedos traspasen los límites de su cordura, y la eleven a un mundo de placer desconocido en el que el único rezo sea rogar por no morir, dejando ese último beso tatuado en la geografía de su piel. 26/12/2013

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