Modigliani

miércoles, 26 de marzo de 2014

Habitación con vistas


En mi habitación me cobijo,
Me dejo acariciar
Por el silencio de la música
Y de los versos imaginados.
No busco nada
Sólo ese reducto defensivo que me haga libre.

Cuatro paredes que abren un espacio
Que no termina en el techo.
Territorio estepario que intuyo,
Entre el sigilo de los muebles,
El de un espejo embustero que pretende dibujarme
Y el de los cielos abiertos por la imaginación.

Me gusta quedarme a solas,
Me enseño a esperar, rara estratagema inventada
Para buscar la infancia que soy.

Creo no aguardar a nadie
Tan solo que a solas me pertenezco
Percibiendo de mí los sitios más secretos,
Sintiendo como la sangre me nutre de savia nueva.

Ahí se pierden los contornos.
Dos ventanas se abren,
Me obligan a mirar hacia el exterior
Siempre la misma dicotomía,
Blancos folios sobre la mesa
Anuncian nuevas historias…
Y en la pared un cuadro de luz

Dirige mi mirada
Hacia las sierras, cielos cantados
Que se unen  a esas  perlas verdes
Convirtiéndose en extensión.

Una “yo” vive y la otra “yo” sueña.
Por un estremecimiento, por un reflejo último
Juntas recordamos y olvidamos
Juntas escribimos sílaba a sílaba
Sin apenas señalar el camino.

2 de marzo 2012
Memorias de Mujer, entretejidas

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