En lo alto de la colina, hay un gran
edificio rectangular, con sus tres chimeneas, sólido, gris y feo. Nadie recuerda
cuándo se construyó ni lo que ocurre dentro. Tan solo, que el miedo traspasa la
piel de quien lo observa.
Matías, acurrucado en un hueco de la
roca, espera con el corazón encogido, tiene las uñas descarnadas de arañar la
tierra para no caer por la pendiente, en su cara siente el brote templado de la
sangre al golpearse contra una piedra, pero no baja su atención, quiere, siente
la necesidad de
saber. Siempre le han dicho que no se acerque, ni tan siquiera mire, sucesos
terroríficos suceden allí, pero algo en su interior le dice que no obedezca esa
orden, que se arme de valor, que lo compruebe por sí mismo. Con el torso de la
mano frota su frente, empapada en sudor frío.
La gran puerta se mueve, él se
incorpora, durante un segundo mantiene aquel latido que se antepone al silencio
y de un salto se introduce como una sombra cualquiera. La tensión ha inundado
sus venas, sus manos tiemblan al ritmo de su respiración. Atemorizado y con
determinación continua por un espacio vacío y distinto a todo lo que conoce. No
puede dejarse vencer por el miedo, no, cuando intuye que su vida cobra sentido.
Una segunda puerta aparece. Se arma de valor, aprieta los dientes, empuja…
Hacía ya tiempo que intuía en lo más
profundo de su mente que aquello podía ocurrir. Descubre que en el interior de
aquel solitario edificio se construye algo sorprendente que puede cambiar la imagen
del mundo que él conoce. Es una fábrica que construye PENSAMIENTOS, restablece
el conocimiento, elimina la estupidez humana y escribe con letras muy grandes,
pero que muy grandes, la palabra IGUALDAD. En ese edificio, sin apenas
ventanas, que repele desde su exterior, musarañas, sapos, tiburones, dragones son
iguales y eso si que da mucho miedo a los poderosos que quieren gobernar el mundo.
Por eso, ante la imposibilidad de poder destruirlo, es imposible, han levantado
una muralla que es la de la ignorancia y con ella la del miedo; resulta ser invisible
a la vista, pero actúa de forma eficaz en el cerebro. Desean con todas sus fuerzas que caigan en el
olvido cosas como la sabiduría, la cultura, la sensibilidad, la ciencia o el
desarrollo porque si no ellos corren el
riesgo de perder su poder y con él el de controlar nuestra mente.
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