Modigliani

jueves, 3 de abril de 2014

En la soledad de la siesta,
Late un único reloj, el campanario.
 Y
Él, se tiende desnudo, se abandona

Y
Tan solo, se escucha,
Tan solo, se identifica,
¡Tan solo! La invoca.
Inesperados sobresaltos enganchan su estómago

Y
Con gesto pensativo, anticipo de derrota:
Abre la ventana,
Baja la persiana,
Esquiva al dios que taladra

Y
Se deja, envolviéndose
En la quietud del espacio somnoliento,
En la desesperación,
En la reflexión,
En su recuerdo.

Horas, días, minutos,
Kilómetros, miradas, macetas,
Sillas, pasos, armarios,
Pájaros, sopor, recuerdo.

Impulso de levantarse e ir a por ella
Libros,  canciones,
Bolígrafos, palabras.
Páginas recortadas de pasión,
Piedras, zapatos.
Besos, segundos latidos,
Inspiraciones, espiraciones,
El humo de un cigarro resumiendo el placer,
Perderse en sus contornos,
Sueño de nuevos caminos.


Nada queda de él, sin ella.

Poemario 2012. Verano. 30 de mayo de 2012

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