Gruñó mientras aporreaba con el puño el cojín, hasta conseguir la mejor postura que le ofertaba el sofá. Noche oscura. Noche de brujas, noche de Halloween. Movió la cabeza negándose a sí mismo a pensar. Pero un recuerdo lejano fue más rápido que él.
‒
¿Truco o trato? ‒le sorprendió‒.
‒
¿Qué haces?
‒
Soy una malvada bruja que aparece en casa de los chicos malos. ¿Lo eres
tú?
‒
No estoy muy seguro. ¿Qué llevas puesto?
‒
¿No lo ves? ‒le decía mientras se daba la
vuelta de forma coqueta‒
‒
¿Y debajo? ‒Le preguntó con una sonrisa maliciosa‒.
‒
Ven y lo compruebas ‒y subió escaleras arriba hacia el dormitorio, sensual y lujuriosa como
la buena bruja que era‒.
Silencio
atrapado por las notas de un saxofón, gotas de lluvia curiosas que se asomaban por
la ventana, cojines que lo mecían en el intento de atraparlo en su sueño
profundo. Todo interrumpido por el roce
de una piel, la leve caricia de un dedo que cruzaba su espalda y que electrizó todo su cuerpo. “¿Marta? ‒preguntó ansioso y
esperanzado‒.”
Ella se le acercó
con besos apenas perceptibles, toques sugerentes que hacían que se encendiera,
por momentos. El suspiro de aquella voz le invitaba a juegos prohibidos, a
placeres furtivos. Tomás ansioso buscaba
su rostro. Esa voz, ese perfume. “¡Marta, Marta!” Sonreía igual que las lágrimas
aparecían. Aquel desfiladero nunca estuvo allí, nunca separó sus destinos. Ella seguía junto a él.
La diosa de la
noche, esquiva y determinante, continuaba con su hechizo: Unas gotas de
sensualidad, un tercio de erotismo y mucho de lujuria. Y así, los gestos más
cotidianos se convirtieron en una danza extraordinaria hasta caer en la
languidez del placer consumado. Un golpe seco hizo que abriera los ojos.
Parpadeó y miró desorientado. ¿Qué había ocurrido? ¿Marta? ¿Estás en la cocina?
Se respiraba una extraña calma en la habitación. Se incorporó de un salto y
entonces vio algo que antes no estaba, sobre el libro había una margarita roja.
Su flor. La acercó a su pecho. La envolvió con sus manos y sus ojos se cerraron
plácidos. Esta vez sería un sueño tranquilo y reparador.
22/10/2014
Muy inspirado en esa noche pero con otras trazas. Muy sugerente la ficción. Se ve que estuvo allí, dejó su marca. Rompe la monotonía. Muy original.
ResponderEliminarMuchas gracias, Cesar. Tiene que haber algo más que monstruos.
EliminarOhh, qué hermoso. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn besin,
Lala
Muchas gracias. El tuyo atroz y trepidante.
EliminarBesosss!!
Amor y miedo, pero sobretodo ... amor
ResponderEliminarMuchas gracias Tracy. Pero que mucho amor.
EliminarBesosss
Agradezco ese giro amoroso y sensual que has sabido darle a estos relatos de Halloween.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas Gracias, Juan L. Trujillo. Un camino algo mas suave.
EliminarBesoss y gracias por haberme leído.
Este no es un relato de terror, es un bello texto de erotismo y sugestión que reconforta al lector con ese planteamiento misterioso que dejas suspendido.
ResponderEliminar=)
Neogéminis buenas noches. Quería hacer un Halloween algo misterioso y sugerente. Muchas Gracias, por leerme.
EliminarEl amor que toma forma... forma de mujer. Una noche de brujas con sus encantos, con sus curvas y goces, con un sueño que tiene latido propio.
ResponderEliminarSensual y muy bien narrado. Un gusto leerte!
Besos!
Gaby*
Muchas gracias Gaby. Muy amable. A ti también da gusto leerte.
EliminarBesosss
Que bruja tan fascinante. Sensual. Generosa con sus encantos. Dan ganas de ser un poco malo.
ResponderEliminarUn relato que destila erotismo, suspenso y un toque de misterio en el final que está genial.
ResponderEliminarMe gustó mucho la descripción de la escena desde que se inicia hasta el fin.
Un beso.
Qué triste, y qué bonito. Muy propio, recibir la visita de un fantasma en la noche de Difuntos.
ResponderEliminarGracias por participar en el HALLOBLOGWEEN.
Qué bonito, muy tierno y sugerente. Me ha gustado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todavía recuerdo los cuentos que nos contaba mi abuela en los que aseguraba que la noche de difuntos los seres queridos se acercaban a nuestras camas y nos acariciaban en sueños.
ResponderEliminarMuy bonito y emotivo.
Gracias por el relato.
¡Besos!
Juani, saltando de blog en blog en busca de más aventuras truculentas, se agradece una dosis de misterioso erotismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bello relato, romántico y con ese toque de sensualidad al Hocus Pocus. Encantador me gusto mucho.
ResponderEliminarSaludos
¡Bien contado! Has creado en un oasis en mitad del miedo, un generoso punto de inflexión para recuperar la perspectiva.
ResponderEliminarFelicidades.
Una noche de Halloween diferente, erótica, nostálgica, sensual...una preciosidad de relato, aunque también hay un fondo de tristeza por la amante perdida.
ResponderEliminarEncantada de leerte!
Tu relato es un oasis entre tanta sangre, asesinatos y cosas similares. Me ha encantado.
ResponderEliminarSoledad llena de recuerdos, una brujita distinta esta, un truco o trato muy sensual. Como siempre Juani, bellas palabras, y bella forma de contarlas.
ResponderEliminarUn abrazol.
Un sueño muy real, una aparición única... Ser malo puede tener su recompensa.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Saludos!
A los que somos Escorpio nos atrae la sexualidad y la muerte. De lo segundo ya estamos saturados, así que doy la bienvenida al erotismo en tu relato.
ResponderEliminarFeliz Halloween.